El segundo tour que tomamos en San Pedro de Atacama fue el que nos llevó directo hasta el Valle de la Luna, en medio de la Cordillera de la Sal, dentro de la Reserva Nacional Los Flamencos.
Salimos a eso de las 3 de la tarde desde la Calle Caracoles con dirección a Calama por la ruta CH-23. Después de 20 minutos de camino llegamos hasta el ingreso del sector. La entrada cuesta $2.000 para los adultos y $1.500 para los niños. Recuerda llevar efectivo.
El Valle de la Luna tiene cientos de miles de años de historia y ha sido formado gracias a la erosión del viento y el agua. Debe sus maravillosos colores a la evaporación que deja costras de sal por todas partes y hace aparecer las piedras rojizas de la base de la cordillera.
La primera parada que hicimos fue en el Mirador de Kari, donde está la "Piedra del Coyote", llamada así por su similitud con la piedra que usaba el coyote en sus trampas para atrapar al correcaminos.
La vista es sorprendente. En serio parece que estuvieras mirando el set de una película de ciencia ficción. Es de esos lugares que dejan sin palabras y mis hijos también estaban muy sorprendidos, principalmente porque nunca antes había visto un paisaje como este.
Subimos a la van de nuevo y seguimos avanzando. Pudimos caminar por uno de los senderos dentro del Valle hasta que llegamos a las minas de sal. En el lugar se pueden ver algunas de las maquinarias antiguas y también ejemplos de cómo se construían casas con bloques de sal.
Visitamos también una formación rocosa conocida como "Las Tres Marías", dicen que en ella puedes ver 3 figuras que parecen estar orando, pero yo creo que hay que tener demasiada imaginación jajaja.
Para terminar el día nos dirigimos hasta la base de la Duna Mayor, subimos como por 10 minutos hasta la cima para ver uno de los atardeceres más lindos que hemos disfrutado. Después de casi 2 horas de recorrido bajo el sol del desierto, bien merecido fue el descanso.
Debo confesar que tuve miedo de ver a mis hijos subiendo tan rápido estas montañas porque de un lado era pura arena y por el otro, un enorme precipicio jajaja.
Pero ya estando arriba me sentí tan feliz de estar ahí. Nos sentamos en las piedras literalmente "en la punta del cerro" y pudimos ver el Anfiteatro, una pared rocosa de casi 40m de altura que destaca por sus increíbles colores rojizos y a lo lejos también el volcán Licancabur.
El día estuvo muy caluroso, no me imagino lo que debe ser hacer este recorrido en verano. Por eso es muy importante andar trayendo mucha agua todo el tiempo.
Esta es una actividad que recomendaría mucho mucho hacer con niños ya que no requiere mucho esfuerzo físico. Como todas las actividades que puedes hacer en San Pedro de Atacama, debes tomarte las caminatas con calma. Recuerda que, al final, está a más de 2.500msnm todo el tiempo.
Sigo sorprendiéndome con lo increíblemente "apañadores y aperrados" que son mis hijos. Son realmente a prueba de todo y amo su entusiasmo por siempre querer ver más e ir más allá. Agradezco su compañía y amor.
¡Gracias por leer!
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