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Buenos Aires / Tercera Parte

Sábado 10 de Septiembre, 2016

(*) Todas las tarifas están en pesos argentinos. El cambio es $1 chileno = $45 argentinos


Nosotros 3 en la tradicional esquina de Caminito.

De las cosas que nos faltaban por hacer en estas vacaciones era visitar el reconocido Barrio La Boca y su insigne calle Caminito.

Para llegar desde el centro tomamos el colectivo 65, o la micro como le decimos en Chile, en la calle Hipolito Yrigoyen casi llegando a Lima. El pasaje nos costó $6.50 y antes de pagar debes indicar hasta dónde vas para que te cobren la tarifa correcta.

El recorrido toma más o menos 20 minutos pasando por un costado de la Plaza de Mayo y luego por Avenida Colon donde se puede ver la Plaza de Armas y la Facultad de Ingeniería de la UBA.


La verdad es que para visitar Caminito no necesitas más de un par de horas. Como era de esperarse, las casas de colores eran lo más llamativo del lugar y dar la vuelta al callejón no toma más de 10 minutos.


No diría que fue uno de mis lugares favoritos porque a pesar de su belleza todo el mundo quiere cobrarte por algo y los que te ofrecen restaurantes son un poco invasivos.



Hay muchas galerías donde comprar souvenirs, como nunca está demás decirlo, siempre es muy importante cotizar.

Me llamó la atención que la mayoría de los vendedores son extranjeros: peruanos, bolivianos, colombianos, venezolanos y brasileros por sobre todo. Es como cuando vas a La Vega en Santiago y los chilenos son los dueños de los locales pero muchos de ellos son atendidos por extranjeros.


Increíblemente, varias personas nos advirtieron sobre lo peligroso del lugar y que "no tienen que salir del circuito turísto porque ya te puedes perder y ahí te roban todo".


Si vas en la mañana y quieres almorzar por allá sin duda que recomendamos el restaurante Viva La Boca en la calle Puerto de Palos, justo la que queda frente al paradero de las micros. Es atendido por sus propios dueños, amplio, cómodo y económico. El menú de plato de fondo, bebida y postre cuesta entre $120 y $150 y no cobran el servicio. (Si no leíste mi post anterior sobre Buenos Aires, el servicio es un monto adicional que cargan a tu cuenta por atenderte en la mesa)

De regreso tomamos el mismo colectivo pero nos bajamos en el Parque Lezama, en la esquina de Av. Martín García y Av. Paseo Colon, al comienzo del barrio de San Telmo.

Como era fin de semana pudimos ver una feria, con muchos stands y los más variados productos: ropa usada y también nueva, juguetes, accesorios para celulares o mascotas, artesanías y productos típicos. Esta se ubica aquí los sábados, domingos y festivos.


Hay una enorme plaza de juegos casi llegando a la calle Defensa donde pasamos casi una hora y luego, subiendo hasta la cima de la colina, encontramos el Museo Histórico Nacional donde se puede ver el Sable de San Martín. Aunque no entramos, pudimos ver el hermoso edificio colonial por fuera. Sin duda, este es uno de los imperdibles si eres fanático de la historia sudamericana.


Regresamos caminando por la calle Brasil hasta la calle Chacabuco, luego 5 cuadras hasta Carlos Calvo y de ahí 3 cuadras más hasta la Avenida 9 de Julio.


Tomamos el metro de regreso en Independencia y bajamos en Florida. Buscando un lugar para comer algo encontramos un local de la chocolatería Abuela Goye. Los niños probaron los helados y nosotras las tortas. Si el chocolate es lo tuyo, prueba la torta Bombón de Chocolate. ¡Es Maravillosa! y puedes elegir blanco o negro. Super recomendada.


Después de descansar en el hotel por un rato, salimos a cenar. Fuimos a la clásica y ultra conocida Pizzería La Rey, ubicada en Av. Corrientes con Carlos Pellegrini. Justo frente al obelisco. Esta pizzería es casi una parada obligada ya que además de su tradición, la comida es muy rica y el servicio es excelente.


Caminar de noche por la 9 de Julio es maravilloso! El obelisco iluminado en el fondo completa el paisaje y lo hace perfecto.


Domingo 11 de Septiembre, 2016


Nuestro plan original era viajar hasta La Plata para visitar el parque temático La República de los Niños, pero justo antes de salir, encontré un montón de noticias sobre un tren descarrilado y el mal estado de las instalaciones así que tuvimos que cambiar de panorama.


Si hay algo que a mis hijos les encanta hacer es jugar en las máquinas que te dan tickets de premios, tickets que luego cambias por premios. Cuando estuvimos en Mendoza hace 2 años, visitamos Neverland (el equivalente a Happyland de Chile) y encontramos que el de Buenos Aires está en el Abasto Shopping.


Un tip: Debes estar muy atenta cuando vienen los trenes en la línea B ya que algunos de ellos tienen puertas selectivas, es decir, se abren solo si alguien quiere subir o bajar. Para eso, tienen unas manillas que hay que levantar fuertemente. Si lo haces mal el metro partirá y te quedarás abajo jajaja.


Para equilibrar el tiempo dentro del mall pasamos la tarde paseando por la Reserva Ecológica Costanera Sur en Puerto Madero. Aunque nosotros elegimos el circuito de hora hay otros en los que te puedes demorar hasta 4 horas.

Dentro del parque se pueden ver diversas aves, serpientes y animales silvestres. Estando aquí te olvidas que estás en una ciudad tan enorme como Buenos Aires.


Regresamos caminando por la Avenida Intendente Hernán Giralt y encontramos otra feria, igual a la del Parque Lezama. También pudimos ver algunos shows callejeros y mucha gente paseando, patinando y compartiendo.

En toda esta calle hay "Parrillas", locales donde venden sándwiches y comida rápida.


La vida de parque es tan abundante en esta ciudad. La gente hace picnic en todos lados. Llevan sus mantas, sus mates y sus meriendas y se instalan en el pasto a disfrutar de la tarde. Además hay tantas plazas de juegos para los niños y la mayoría son muy cómodas y seguras, lo que te permite descansar al mismo tiempo que los vigilas.


Puerto Madero al atardecer tiene su encanto propio. El río, los yates, la gente que se mueve a su propio ritmo. Durante el fin semana está lleno de vida, tan distinto a cuando vinimos el miércoles en la tarde.


Regresamos al hotel muy agotados, en total nuestra caminata nos tomó casi 6 horas! Todo un record.


Lunes 12 de Septiembre, 2016.


El día amaneció completamente cubierto y con una lluvia intensa, de esas que te mojan hasta los huesos, de esas que no tenemos en Santiago hace muchos años.


Recorrer la ciudad bajo la lluvia fue otra experiencia increíble! Por lo hermoso del paisaje y por el agua que inunda sus calles. Mantenerte seca es casi imposible, menos los niños, pero aunque estábamos empapados fue uno de los mejores momentos de nuestro viaje. Toda una odisea.


Otro tip: Si al llegar conseguiste un transfer, pídele a esa misma persona que te lleve de regreso al aeropuerto. Así puedes conseguir un precio mucho más convenientes.


El fin de las vacaciones siempre nos pone algo nostálgicos. Los niños quisieran quedarse más pero también quieren regresar y hablar sobre todo lo que vivieron.


Disfrutamos tanto estos días y Buenos Aires será siempre una de nuestras mejores aventuras.




SOBRE MÍ
Panchi Omazabal Blog de viajes

Soy Francisca "Panchi" Ormazábal.

Tengo 29 años, un hijo y una hija maravillosos y una empresa que crece cada día.

El 2016 cumplí mi sueño de viajar sola y recorrí varias ciudades del Reino Unido.

Y ahora estoy cumpliendo otro de mis sueños compartiendo mis pensamientos en un blog.

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